Que la tristeza por no poder disfrutar de nuestras más esperadas y queridas, no se apodere de nuestro ímpetu “en salir de ésta”, ni del sentido común mostrado por todos los chinchirinos y chinchirinas.
Las sensaciones de impotencia e incluso de rabia son inevitables, pero no tienen que ser mayores a nuestro sentimiento de protección mútuo.
Este virus lo sufrimos todos, lo pararemos juntos y lo celebraremos unidos.
!Juntos podemos¡