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Mosqueruela estudia una red de calor con biomasa local para reducir emisiones y generar empleo

El proyecto Mosqueruela-BIOFOR avanza en la búsqueda de soluciones sostenibles para el
territorio. Uno de los trabajos realizados ha consistido en la elaboración de un estudio de
viabilidad para implantar una red de calor que abastezca a edificios públicos y viviendas
mediante biomasa forestal procedente de los montes del municipio, como resultado de la
práctica de una gestión forestal sostenible.

La iniciativa, que plantea una alternativa al uso actual de gasóleo y electricidad para
calefacción y agua caliente, está siendo desarrollada por el Ayuntamiento en colaboración
con CIRCE y gracias al apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la
Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de
Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea –
NextGenerationEU. Hoy, aproximadamente un 80 % del consumo energético se cubre con
gasóleo, con un gasto estimado que supera los 125.000 euros anuales en el conjunto del
municipio.

El informe analiza distintos escenarios de implantación:
– Escenario A: conexión de edificios públicos (colegio, centro de salud, residencia,
ayuntamiento, etc.).
– Escenario B: suma de 30 viviendas particulares a los edificios públicos, utilizando la
misma red de distribución.
– Escenario C: incorporación progresiva de más hogares conforme se amplía la red.

Según los cálculos, el Escenario B es el más rentable: requiere un periodo de recuperación
de la inversión sobre los 15 años (si la inversión se realiza sin ayudas), pero permitiría un
ahorro superior al 50 % en la factura anual de calefacción y reduciría un 93 % las emisiones
de CO₂ respecto a la situación actual. No obstante, el escenario C pasa a ser progresivamente
más rentable que el B, siempre y cuando se conecten a la red un número mínimo de 6
viviendas por cada 100 metros adicionales de red.

La biomasa utilizada sería astilla forestal local, lo que aporta varios beneficios:
– Prevención de incendios gracias a la limpieza de los montes.
– Reducción de emisiones, clave en la lucha contra el cambio climático.
– Generación de empleo local, especialmente en trabajos forestales y mantenimiento
de la instalación.

El estudio propone que la gestión se realice a través de una comunidad energética local, en
la que las vecinas y los vecinos sean protagonistas y beneficiarios directos. En el marco de
dicha comunidad energética se plantea la posibilidad de combinar la red de calor con una
pequeña planta fotovoltaica que, al tener un periodo de amortización muy inferior, podría
ayudar a acelerar la recuperación de la inversión del conjunto, además de abastecer a las
viviendas y edificios públicos con electricidad y propiciar un nuevo ahorro en la factura de
la luz.

El próximo jueves día 2 de octubre se llevará a cabo una presentación del proyecto a la
población. El estudio demuestra que la implicación de la ciudadanía y su decisión de
conectarse a la red son elementos fundamentales a la hora de evaluar la viabilidad
económica de la red. Por este motivo, con el apoyo de CIRCE y Participa Energía (OTC), se
llevará a cabo un proceso de información y captación de personas interesadas, de cuyo éxito
depende la puesta en marcha de la iniciativa.

 

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